Esperanza es el sabor de México.

 

 

Desde sus orígenes, en uno de los barrios más tradicionales de la ahora CDMX. Pastelerías Esperanza comenzó con el pie derecho la construcción de una identidad que ha trascendido de generación en generación y que sin duda es sinónimo de sabor y frescura para quien pasa por sus escaparates y descubre todas las piezas de pan recién horneadas y listas para disfrutarse. 

 

Y sabemos que es imposible quitar de la mente ese tierno elefante que flota como un fiel guardián, en cada una de las más de 100 sucursales que ahora registran de punta a punta la república mexicana. Conquistando así a clientes migrantes de la alcaldía Iztapalapa, y le da una deliciosa bienvenida a nuevos consumidores. 

 

Hablar de casi 50 años de historia, llena de sabor y vanguardia no es fácil. Ya que esta hazaña de cubrir con Esperanza cada rincón del país, llevará consigo la firme convicción de ofrecer el sabor que de tanta fama se llenó desde 1975, cuando los hermanos Juampérez lograron hacer realidad el ofrecer a sus vecinos, lo más rico de su repostería. 

Su línea de sabores tradicionales rápidamente comenzó a crecer, para deleitar los gustos de cada persona que con Esperanza desea llevar a su mesa este sabor. Convirtiendo así, la oferta de productos en un amplio catálogo que fusiona nuevas propuestas en pasteles, el delicioso aroma del café y bocadillos listos al momento en su área de cafetería. 

 

¡Y esto no es todo! Visitar cada sucursal es recorrer una parte de su historia y reconocer su identidad y estilos únicos; ya que cada una de ellas es unica. En tu visita a estos puntos encontrarás espectaculares letreros luminosos al estilo del cine de oro, murales que te invitan a hacerte una increíble fotografía o bicicletas repartidoras que sólo habías visto en fotos antiguas y que te transportarán un momento único, hecho para ti.